Sonrisas

No suelo subir fotos mías, pero ésta me gusta tanto por mi sonrisa genuína, que creo viene bien para acompañar un texto acerca de eso, de la sonrisa. No tiene buena calidad pero eso no es lo importante. Espero y deseo que te guste tanto como a mí.

“Siempre has desconfiado un poco de las sonrisas forzadas. Sabes que las sonrisas son como las palabras: es posible mentir con ellas, se puede fingir. Y también sabes que tienen un poder inmenso. Además de las sonrisas de demostración o de disimulo (<<¡fíjate en lo bien que estoy o en la confianza que tengo en mí mismo!>>), están las que sosiegan y tranquilizan.

Te gustan esas sonrisas sinceras y sencillas como la del desconocido que te indica el camino cuando te has perdido, la del médico que te da confianza cuando sientes miedo, la de la persona que te recibe cuando temes molestar. Te parece ver en ellas mensajes de fraternidad tranquila: bienvenido, somos de la misma familia de seres humanos.

El otro día, al observar los rostros tristes de los pasajeros del metro, captaste de un vistazo al mirar el reflejo en el cristal de la ventana, que el tuyo también aparecía triste, sombrío y siniestro. Y no obstante, no había en ese momento ninguna gran preocupación presente en tu vida. Pero tu rostro era triste. Extrajiste de ti una sonrisa tímida y discreta. Te dijiste que podías reservar aquel aire taciturno para los días en que las cosas no fuesen bien. Y para el resto de los días, los normales, intentarías sonreír ligeramente.

Es gracioso, pero tuviste la impresión de que esa ligera sonrisa dirigida a nadie en particular, sólo para ti, te sentaba bien. ¿Tal vez tendría un efecto interno, no sólo externo?

Esta capacidad de sonreír al alma en la corriente violenta de la tristeza pertenece más a la inteligencia que al inconsciente, contrariamente a lo que creen los tristes y pesimistas. Desde luego, debe tratarse de una libre elección y de una práctica libre y que por lo general proviene de extraer de una cotidianidad gris unos instantes de gracia, sean cuales fueren nuestras obligaciones e imposiciones (no hablo de preocupaciones ni de sufrimientos)”.

Cristophe André

¿Te ha pasado alguna vez o lo has practicado? te leo más abajo, en los comentarios.

¡No corras. Ve despacio, que donde tienes que ir es a ti solo!
— J. R. Jiménez
 

Hola, soy Ana Curto, Terapeuta para PAS.

Desde siempre me ha apasionado el mundo interior de las personas, aquello que no se ve a simple vista sino que se descubre con calma, paciencia y cariño.

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