Cómo gestionar tus emociones intensas siendo PAS
Como ya sabes, uno de los pilares de la Alta sensibilidad es la intensa o alta emocionalidad.
Solemos acumular emociones sin expresar, por miedo a lo que el otro piense, por miedo al rechazo, por no saber cómo expresar lo que me está ocurriendo, por evitar el conflicto, etc. Y lo que ocurre, siempre que tragamos o vamos acumulando, es que tarde o temprano lo exteriorizamos de un modo que no nos agrada nada, normalmente en forma de explosión y/o pérdida del control. Después, como es lógico nos sentimos muy mal. Creo que las PAS necesitamos ser expertas en emociones, nos va en ello nuestra salud y bienestar ¿no crees?
Identificar las emociones, comprenderlas, conocer cómo funcionan y para qué sirven y regularlas nos ayudará a reconocer mejor nuestras necesidades para atenderlas así como también nos dará información valiosa acerca de cómo nos relacionamos con los demás y con nosotras mismas.
Cuando las emociones se experimentan de forma muy intensa se anula nuestra capacidad para la reflexión y la decisión más adecuada, por eso no es recomendable actuar bajo esta intensidad ya que lo que hagas será producto de la impulsividad, del secuestro emocional y es muy probable que después sientas arrepentimiento, culpa, vergüenza, etc. Las emociones necesitan ser transitadas para que desaparezcan una vez que han cumplido su función, avisarte de que tienes que atender algo, de que hay una necesidad pendiente. Sin embargo, transitarlas requiere de un entrenamiento que puedes aprender.
Entretanto, te vendrán bien algunas sencillas estrategias de regulación emocional, para reducir esa intensidad tan desagradable:
Salir a caminar por alguna zona natural, como un parque o zona verde. Ya sabes que el contacto con la naturaleza, nos relaja y nos aporta armonía.
Escribir lo que te ocurre. Sólo el hecho de escribirlo ya es terapéutico.
Hablar con alguien de confianza porque del mismo modo, verbalizar lo que sientes también es terapéutico.
Darte una ducha con el agua a la temperatura que te guste, poniendo tu atención en ello, en el olor del gel, en cómo cae en agua por tu cuerpo, etc.
Escucha una canción que te guste y sepas que te saca de esa intensidad, puede ser música relajante o alegre.