Sé cuáles son mis necesidades y te las voy a comunicar
Es la manera más saludable de 𝗰𝗼𝗺𝘂𝗻𝗶𝗰𝗮𝗿 𝘁𝘂𝘀 𝗹í𝗺𝗶𝘁𝗲𝘀 a otra persona. Para ello tienes que tener claro en ese preciso momento lo que tú necesitas y digo esto porque a veces nos ocurre que cuando estamos en presencia del otro, 𝗻𝗼𝘀 𝗼𝗹𝘃𝗶𝗱𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗻𝗼𝘀𝗼𝘁𝗿𝗮𝘀 𝗺𝗶𝘀𝗺𝗮𝘀, perdemos nuestro propio foco y pasamos a ponerlo en el otro.
Se trata de explicar al otro cómo necesitas que te trate, lo contrario significaría permanecer 𝗽𝗮𝘀𝗶𝘃𝗮, callar o expresarlo de modo 𝗮𝗴𝗿𝗲𝘀𝗶𝘃𝗼 (con juicios, reproches, manipulación, etc.)
Por lo tanto, cuando estés en compañía, sé como tú eres, empática, amable, etc., pero en el momento en que algo te “chirríe”, no te encaje, te moleste, no vaya contigo… no hagas lo mismo de siempre, por favor, no lo pierdas de vista y trates de justificarlo o comprenderlo para poder seguir con esa compañía, porque entonces será una vez más que lo haces y sabes que tarde o temprano te lo vas a reprochar, 𝘁𝗲 𝘃𝗮𝘀 𝗮 𝗰𝘂𝗹𝗽𝗮𝗿, vas a 𝗰𝘂𝗹𝗽𝗮𝗿 𝗮𝗹 𝗼𝘁𝗿𝗼, te vas a 𝗲𝗻𝗳𝗮𝗱𝗮𝗿 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗶𝗴𝗼 𝗺𝗶𝘀𝗺𝗮 y con el otro… además de sufrir en carne propia las 𝗰𝗼𝗻𝘀𝗲𝗰𝘂𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮𝘀 de no haber colocado tu límite.
Para todo esto, es necesario un entrenamiento, es necesario que 𝘁𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗼𝘇𝗰𝗮𝘀 𝘂𝗻 𝗽𝗼𝗾𝘂𝗶𝘁𝗼, que sepas cuáles son 𝘁𝘂𝘀 𝗽𝗮𝘁𝗿𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗼𝗿𝘁𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼, que te des cuenta de que lo haces para no estar sola o para que no te rechacen o te miren mal, y de acuerdo, duele que lo hagan pero no poner límites para complacer, para seguir con esa persona tal vez te deje algo tranquila durante ese rato pero te aseguro que las consecuencias de no hacerlo ya se han puesto en marcha, ¿sabes de lo que hablo, verdad?
Te recuerdo que se trata de:
1. Decir “no” a lo que no quieres hacer.
2. Expresar lo que sientes cuando el otro se comporta de forma que te hace daño o con lo que no estás de acuerdo.
3. Decírselo a esa persona y no a un tercero.
4. Verbalizar lo que piensas o sientes sin asumir que los otros van a adivinar lo que necesitas.
¿Qué es lo que más te cuesta en estos momentos? te leo en los comentarios.