Respondes o reaccionas
Tan importante es aprender el “cómo” regular mis emociones como el “cuándo” hacerlo, ya que no es lo mismo utilizar una estrategia antes de que la emoción se active que una vez activada ¿no crees?
Como verás estamos hablando de una regulación consciente y voluntaria aunque en ocasiones no ocurre así, por ejemplo, alguien te dice algo que te molesta, comienzas a notar cómo sube la intensidad de la emoción y casi sin pensar respiras profundo y tomas cierta distancia… eso es también regulación.
1. Puedo 𝐞𝐥𝐞𝐠𝐢𝐫, en ocasiones, las situaciones a las que me voy a exponer porque anticipo algo que puede desencadenar mi malestar. Si no soporto a una persona y sé que va a estar en la reunión, no acudo y listo, aunque esto no es siempre posible. Sería algo así como evitar situaciones pero ten en cuenta que evitar, limita y empobrece tu vida.
2. Puedo cambiar el foco de mi 𝐚𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐨́𝐧, aquí estoy tratando de suavizar el impacto de la emoción apartando mi atención, por ejemplo, centrándome en otra persona, en su conversación etc.
Parte de esa sobreactivación se debe a la 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐫𝐩𝐫𝐞𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 que estoy dando a esa situación, no es lo mismo pensar o decirme a mi misma “me está entrando mucha ansiedad, no voy a poder con esta situación” que decirme “estoy muy incómoda, es normal, en 10 min me voy y estaré mejor” y de este modo mi activación bajará.
3. 𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐲𝐚 𝐬𝐞 𝐚𝐜𝐭𝐢𝐯𝐨́ 𝐜𝐨𝐧 𝐭𝐨𝐝𝐚 𝐬𝐮 𝐟𝐮𝐞𝐫𝐳𝐚 𝐥𝐚 𝐞𝐦𝐨𝐜𝐢𝐨́𝐧, sólo me queda reducir su intensidad, apartándome, respirando hondo, dando un paseo, etc. Lo contrario sería seguir la temperatura de mi emoción y dirigir mi rabia, por ejemplo, hacia esa persona con reproches, defendiéndome como si no hubiera un mañana con las consecuencias que ya conozco.
¿Qué haces tú cuando, por ejemplo, te sientes atacad o te pillan en un momento bajo? Ignoras tus sentimientos, disimulas, te defiendes o respondes con cierta calma ?