Poner nombre a las emociones
Si te pregunto cómo te sientes ahora mismo, ¿𝗰𝘂𝗮́𝗻𝘁𝗮𝘀 𝗽𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮𝘀 emplearías para nombrar lo que sientes?
Fíjate que más allá de no querer contar a los demás cómo estamos, solemos responder a la pregunta de ¿cómo estás? 𝙗𝙞𝙚𝙣 𝙤 𝙢𝙖𝙡. Estas dos palabras no dicen prácticamente nada acerca de cómo estamos. Si me dices que estás mal, no sé si te duele el estómago, te sientes triste o estás furiosa.
Y no se trata únicamente de la información que das a los demás para que puedan ayudarte o aliviarte dado el caso, es que cuando tú 𝘀𝗮𝗯𝗲𝘀 𝗻𝗼𝗺𝗯𝗿𝗮𝗿 𝗰𝗼𝗻 𝗹𝗮 𝗺𝗮𝘆𝗼𝗿 𝗽𝗿𝗲𝗰𝗶𝘀𝗶𝗼́𝗻 𝗽𝗼𝘀𝗶𝗯𝗹𝗲 lo que sientes, pones en marcha el 𝗿𝗲𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝘆 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗿𝗲𝗻𝘀𝗶𝗼́𝗻 de lo que sientes siendo más sencillo que lo 𝗲𝘅𝗽𝗿𝗲𝘀𝗲𝘀 𝘆 𝘁𝗲 𝗿𝗲𝗴𝘂𝗹𝗲𝘀.
Nombrarte a ti misma lo que estás sintiendo, es en sí una 𝗲𝘀𝘁𝗿𝗮𝘁𝗲𝗴𝗶𝗮 𝗱𝗲 𝗿𝗲𝗴𝘂𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗲𝗺𝗼𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹. Cuantas más palabras emplees para describir lo que sientes, mayor será la comprensión de ti misma y también de los demás.
Existe un 𝗲𝘀𝘁𝘂𝗱𝗶𝗼 en el que se mostraron a unas personas, imágenes que reflejaban emociones negativas. Al parecer, a las personas a las que se pidió que etiquetaran o nombraran esas emociones manifestaron menos malestar que las personas que se limitaron a contemplar las imágenes.
¿Cómo crees que es tu vocabulario emocional? ¿cuándo estás sintiendo alguna emoción, te detienes a observar qué es concretamente lo que sientes? te leo en los comentarios.