Tristeza
La tristeza aparece 𝐜𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐚𝐥𝐠𝐨, ya sea un ser querido, un trabajo, un proyecto, una ilusión, una relación, la salud, cuando algo no sale como esperábamos etc. También aparece cuando en nuestro diálogo interno hay juicios negativos constantes, desvalorización, expectativas muy altas, etc.
Podemos sentirnos algo tristes o sentir una tristeza intensa. De la misma manera puede durar más o menos en el tiempo, nos puede calar hondo o quedarse en la superficie.
Cuando nos sentimos tristes son momentos de pocas palabras, de poco movimiento, de estar hacia dentro. Y es que es esa la función de la tristeza como emoción, 𝐧𝐨𝐬 𝐢𝐧𝐯𝐢𝐭𝐚 𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐚𝐫, a 𝐝𝐞𝐬𝐜𝐚𝐧𝐬𝐚𝐫, a 𝐫𝐞𝐟𝐥𝐞𝐱𝐢𝐨𝐧𝐚𝐫 para 𝐫𝐞𝐯𝐢𝐬𝐚𝐫 e 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐠𝐫𝐚𝐫 lo que estamos viviendo. La tristeza nos está invitando a aceptar eso que duele tanto, a 𝐚𝐜𝐞𝐩𝐭𝐚𝐫 𝐥𝐚 𝐫𝐞𝐚𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝 tal y como es.
Como PAS, también nos entristecemos con 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐧𝐬𝐢𝐝𝐚𝐝, nuestro cuerpo experimenta 𝐜𝐚𝐦𝐛𝐢𝐨𝐬 𝐟𝐢́𝐬𝐢𝐜𝐨𝐬 y nos sentimos cansadas, abatidas. También sabemos lo que es que duela el alma. Todo se enlentece, los ritmos bajan, es momento de 𝐬𝐢𝐥𝐞𝐧𝐜𝐢𝐨𝐬 y dependiendo de nuestra forma particular de ser y de cómo manejemos la situación, la tristeza nos llegará hondo en forma de 𝐩𝐞𝐧𝐚 𝐩𝐫𝐨𝐟𝐮𝐧𝐝𝐚 o será una 𝐭𝐫𝐢𝐬𝐭𝐞𝐳𝐚 𝐦𝐚́𝐬 𝐥𝐥𝐞𝐯𝐚𝐝𝐞𝐫𝐚.
La tristeza nos recoge hacia dentro y 𝐥𝐥𝐨𝐫𝐚𝐫 es la 𝐫𝐞𝐬𝐩𝐮𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐧𝐚𝐭𝐮𝐫𝐚𝐥 a esta emoción que además es sanadora y liberadora. A algunas personas les cuesta llorar, otras lo hacen con mucha facilidad, algunas prefieren hacerlo en soledad y otras acompañados.
Hay personas que tienen serias dificultades para parar, para bajar el ritmo cuando se encuentran tristes y esta situación puede mantenerse en el tiempo pero tarde o temprano el cuerpo nos acaba avisando con algún síntoma. Las PAS tenemos un sistema nervioso más fino, sentimos más intensamente, nos estresamos antes, por lo que es importante cuidar de nuestras emociones y de nuestro cuerpo.
¿Cómo te llevas con la tristeza? ¿qué haces con ella? Te leo, no estás sola.