Mucho que hacer y poco tiempo
A casi todo el mundo le agobia tener mucho que hacer y poco tiempo, es decir, que no es una característica exclusiva del rasgo pero lo que sí es cierto es que ๐ป๐ผ๐ ๐ฒ๐๐๐ฟ๐ฒ๐๐ฎ๐บ๐ผ๐ ๐ฎ๐ป๐๐ฒ๐ que la mayoría. โฃ
๐ก๐ผ๐ ๐ด๐๐๐๐ฎ ๐ต๐ฎ๐ฐ๐ฒ๐ฟ ๐น๐ฎ๐ ๐ฐ๐ผ๐๐ฎ๐ ๐ฏ๐ถ๐ฒ๐ป, tendemos al perfeccionismo y nos desagrada tener que hacer algo rápido y de cualquier manera. Somos ๐ฑ๐ฒ๐๐ฎ๐น๐น๐ถ๐๐๐ฎ๐ y esto no casa nada bien con hacer las cosas a toda prisa. Aún así hay veces que no queda otra pero el precio que pagamos es el tremendo agobio y estrés. Seguro que tienes en mente la última que tuviste que hacer algo deprisa y corriendo y cómo te sentiste durante y después, además del tiempo que necesitaste para reducir la sobreactivación. โฃ
Por otro lado, somos personas ๐ฐ๐ฟ๐ฒ๐ฎ๐๐ถ๐๐ฎ๐, nos gusta hacer las cosas con calma, tomarnos nuestro tiempo y de nuevo, las prisas no le van nada bien a la creatividad. Es inaudito para nosotras tener que hacer algo que nos gusta a toda velocidad. โฃ
Cuando tengo varias cosas que hacer por delante, suelo tenerlas escritas en mi agenda y si hay algo que necesito es espaciarlas, aunque sea mínimamente. En mi caso, no puedo ni debo atender a una persona en consulta y nada más acabar empezar con otra como sí hacen algunas personas. Hacerlo sería ๐๐ผ๐ฏ๐ฟ๐ฒ๐ฐ๐ฎ๐ฟ๐ด๐ฎ๐ฟ๐บ๐ฒ de información y de estímulos y no estaría tranquila al atender a la siguiente persona. Voy al baño a refrescarme, bebo un poco de agua o una infusión, practico unas respiraciones profundas, tumbarme unos minutos, encender una velaโฆ hay un montón de cosas que puedo hacer para reducir la activación. โฃ
โฃ
๐๐น ๐ฎฬ๐บ๐ฏ๐ถ๐๐ผ ๐น๐ฎ๐ฏ๐ผ๐ฟ๐ฎ๐น es especialmente delicado porque hay unos tiempos y a veces es imposible seguirlos. Pero el caso es que si no hacemos por nuestro autocuidado, podemos llegar a bloquearnos y entrar en un estado de malestar muy desagradable, resultándolo también para nuestro entorno. โฃ
โฃ