Sé amable contigo misma
Somos perfeccionistas, exigentes con nosotras mismas.
Nos culpamos a menudo por aquello que no salió como necesitábamos.
Nos culpamos y enfadamos cuando no ponemos sanos límites.
Nos sentimos no valoradas cuando alguien nos dice que no.
Nos sentimos invisibles en cuanto a nuestras necesidades, porque estamos más pendientes de las de los demás.
Dirigimos la rabia que sentimos hacia otros, a nosotras mismas, cuando nos hacen daño.
Callamos para no crear conflicto y después nos enfadamos por no haber dicho nada.
Detente, querida PAS
Necesitas darte aquello que no te dan.
Necesitas mirarte con ternura.
Necesitas reconocer y valorar todo lo bueno que hay en ti.
Todo lo que te has esforzado, independientemente del resultado.
Todo lo que has conseguido hasta ahora, por pequeño que sea ( en los pequeños pasos y logros está nuestro camino).
Necesitas parar para mimarte, para observar cómo estás y respirar conscientemente.
Necesitas hacerte más regalos (pequeños gestos).
Necesitas decirte que lo hiciste lo mejor que supiste en ese momento.
Decirte que lo que ahora te ahoga, pasará también.
Abraza un cojín blandito y siente el calorcito que se crea como parte de tu esencia.
Tu esencia es bella, es tierna, amable, generosa, compasiva y eso es maravilloso.
Ya irás puliendo los aspectos que necesites pulir en ti, calma.
Todo sigue un proceso, ahora estás donde tienes que estar, por alguna razón.
Calma…
Y un abrazo tierno para ti.
Ahora, dátelo tú, ¿me lo prometes?
Ilustración: @maiteglliso