Sí, has leído bien, hay que 𝐬𝐚𝐛𝐞𝐫 𝐩𝐞𝐝𝐢𝐫 y como todo saber 𝐬𝐞 𝐚𝐩𝐫𝐞𝐧𝐝𝐞. Las 𝐏𝐀𝐒 solemos tener 𝐝𝐢𝐟𝐢𝐜𝐮𝐥𝐭𝐚𝐝𝐞𝐬 𝐚 𝐥𝐚 𝐡𝐨𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐩𝐞𝐝𝐢𝐫 porque creemos que molestamos o por el miedo a que nos digan que no y llevarnos una decepción enorme, (después tristeza y finalmente rabia ¿te suena, verdad?)

Para saber pedir primero tenemos que 𝐭𝐞𝐧𝐞𝐫 𝐜𝐥𝐚𝐫𝐨 𝐪𝐮𝐞́ 𝐞𝐬 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬𝐢𝐭𝐚𝐦𝐨𝐬 y después, y muy importante, 𝐜𝐫𝐞𝐞𝐫𝐧𝐨𝐬 𝐦𝐞𝐫𝐞𝐜𝐞𝐝𝐨𝐫𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐫𝐞𝐜𝐢𝐛𝐢𝐫, legitimar nuestra necesidad, no quitarle importancia sino 𝐝𝐚́𝐧𝐝𝐨𝐥𝐞 𝐞𝐥 𝐯𝐚𝐥𝐨𝐫 que para nosotras tiene lo que necesitamos. Todo esto como verás, querida PAS, tiene mucho que ver con lo de siempre: 𝐚𝐮𝐭𝐨𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐲 𝐚𝐮𝐭𝐨𝐞𝐬𝐭𝐢𝐦𝐚.

He oído decir por ahí que “𝐬𝐢 𝐭𝐞𝐧𝐠𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐩𝐞𝐝𝐢𝐫𝐥𝐨, 𝐲𝐚 𝐧𝐨 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨”. Cuidado con esto, ya que no siempre es así. Es verdad que si nuestra pareja o nuestra madre no nos abraza, algo que cabría esperar de unas relaciones afectivas como esas, y lo necesitamos pero 𝐧𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚, nos vamos a 𝐬𝐞𝐧𝐭𝐢𝐫 𝐭𝐫𝐢𝐬𝐭𝐞𝐬 y si siempre lo tenemos que pedir, más aún (esto sería cuestión de hablarle al otro de tus necesidades o trabajarlo con esa persona).

Y otra cosa, es 𝐩𝐫𝐞𝐭𝐞𝐧𝐝𝐞𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐦𝐞 𝐚𝐝𝐢𝐯𝐢𝐧𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐩𝐞𝐧𝐬𝐚𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭o. En ocasiones los demás pueden intuir mis necesidades, porque además me conocen pero no siempre es así, con lo que no hay otra que pedir eso que necesitamos, que 𝐧𝐨 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐦𝐞𝐧𝐨𝐬 𝐯𝐚𝐥𝐨𝐫 𝐩𝐨𝐫 𝐡𝐚𝐛𝐞𝐫𝐥𝐨 𝐭𝐞𝐧𝐢𝐝𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐩𝐞𝐝𝐢𝐫.

Si pedimos aquello que necesitamos tenemos que 𝐚𝐬𝐮𝐦𝐢𝐫 𝐥𝐚 𝐩𝐨𝐬𝐢𝐛𝐢𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐧 𝐮𝐧 “𝐧𝐨” pero también tenemos que darnos cuenta de que 𝐬𝐢 𝐧𝐨 𝐩𝐞𝐝𝐢𝐦𝐨𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐦𝐢𝐞𝐝𝐨 𝐚𝐥 “𝐧𝐨” 𝐧𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐩𝐨𝐝𝐫𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐫𝐞𝐜𝐢𝐛𝐢𝐫 𝐮𝐧 “𝐬𝐢́”.

¿Cuál es tu mayor dificultad para saber pedir? te leo en los comentarios.

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